El mal llamado Monumento a Colón, el Monumento a la Fe Descubridora, se encuentra en la unión del Río Tinto y Odiel, cercano a la desembocadura de ambos al Atlántico. El Monumento de 37 metros de altura representa a un fraile franciscano apoyado en una cruz, que fue donada por los EEUU en 1929. Este monumento es el símbolo más reconocido de Huelva, incluso para Google, y es la típica representación para la ciudad e incluso la provincia.
Sin embargo, esta no es una entrada complaciente como las otras. Esta estatua siempre me ha impuesto, es lo que se llama un símbolo, y en este caso sufre el mismo maltrato que lo que representa. No esta incluido entre los bienes de interés cultural de Huelva (Sin embargo, la gasolinera enfrente del Corte Inglés si, que no es que sea fea, pero simplemente no se puede visitar a no ser que tengas poca gasolina) y en esto tiene que ver mucho el entorno en el que se encuentra y las consecuencias de décadas de tejemanejes de los que mandan:
El monumento a la Fe Descubridora esta junto a el polo químico que ha tenido un impacto económico en épocas pasadas, ahora con la crisis se quieren llevar las fábricas, y durante todo este tiempo, han ido soltando toda la contaminación en los alrededores, y sobre todo, al Parque Natural de las marismas del Odiel que se encuentra su límite al otro lado del río. Por el otro lado, en la parte del Río Tinto, también hay marismas... pero ya jamás podrán ser reserva de algún animal ya que ahí se encuentran las balsas de fosfoyesos que están a menos de 4 kilómetros de la capital y con una radiación equiparable al de un cementerio nuclear. No obstante Huelva es un punto negro de cáncer reconocido por todos menos los gobernantes de la ciudad, y estos, tras el declive de la industria en la zona, su solución al problema es: Taparlos. Enfrente del monumento, se encuentra el cúmulo de refinerías más grande de España. Con todo esto, el Monumento a la Fe Descubridora no es más que un silencioso testigo y otra víctima más de la dejadez a la que ha llegado la ciudad
Todo esto comenzó ya al comienzo de la dictadura franquista, el declive de la ciudad, y viendo algunas de las imágenes que han quedado se puede ver lo que se ha perdido. Hasta hace unos años en las aguas del Odiel y el Tinto estaban prácticamente limpias de peces, y los pocos que han empezado a surgir estos años, no se recomienda para el consumo... por si acaso. Tal vez tengan que ver todos los vertidos ocasionados durante años, algunos que hasta un servidor ha podido ver de primera mano.
Justo detrás del monumento, se encuentra la central térmica de reciente renovación (Hace 8 años estaba en construcción) y, para sorna monumental, tiene este aspecto e inscripción siguientes:
Como hemos venido a la Capital, he querido que Platero vea El Vergel... Llegamos despacito, verja abajo, en la grata sombra de las acacias y de los plátanos, que están cargados todavía. El paso de Platero resuena en las grandes losas que abrillanta el riego...
"Platero y yo, elegía andaluza", Juan Ramón Jiménez
Si supiese que han hecho con su Capital, Juan Ramón, no traería jamás a Platero...
Wowwww!!! Fascinante O_o
ResponderEliminarNo me puedo creer que le hayan puesto esa inscripción, es vergonzoso.
ResponderEliminarEl progreso no es siempre para mejor... por lo menos es diferente.
ResponderEliminarSi J.R. Jimenez levantara la cabeza, creo que Platero y él se volverían a su tiempo, extrañados y consternados